Beber agua no solo es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, también es absolutamente primordial para la vida. De hecho, no erramos si indicamos que somos agua, pues es el principal componente del cuerpo humano: 75% al nacer y aproximadamente el 65% en edad adulta.
La mayor parte de esa agua se encuentra en el interior de las células, mientras que el resto está en los distintos tejidos de nuestro organismo y también circula por nuestra sangre. Así pues, no debería sorprender que todos los estudios científicos apuntan que no podríamos vivir sin beber agua más de 5 o 6 días.
Sin embargo, es muy común no beber la suficiente agua a lo largo del día. En consecuencia, florecen diversos efectos negativos para la salud, como la hiponatremia, que consiste en una afección metabólica que aparece cuando no existe suficiente sodio en los líquidos corporales por fuera de las células. Esto puede causar alucinaciones, convulsiones, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, fatiga y debilidad muscular.
Además, la falta de hidratación provoca que la piel se muestre más arrugada. Por el contrario, si bebemos la cuantía de líquidos que nuestro cuerpo necesita gozaremos de una piel más joven, hidratada, resplandeciente y radiante. El motivo es que el agua aporta volumen a la piel y capaz de rellenar las arrugas finas. Además brinda una mayor luminosidad a las personas que tienen una expresión más apagada.
Otro beneficio de la ingesta suficiente de agua es que ayuda a mantener un peso saludable. No se trata de que beber agua adelgace, sino de que su ingesta ayuda a moderar el hambre y tener una correcta digestión.
Por otra parte, diferentes investigaciones académicas han confirmado que cuando ingerimos una cantidad de agua suficiente tendemos a enfermarnos menos, porque nuestro cuerpo es más capaz de luchar contra gérmenes, virus y bacterias.
Por lo tanto, se puede afirmar que lo ideal es beber 1 litro de agua por cada 25 kilos de peso. Es decir, si pesas 50 kg., tu organismo necesitará 2 litros de agua al día. También hay que tener en cuenta aspectos como aumentar su ingesta si haces más ejercicio o estás en ambientes más calurosos.
