Si eres de los que cada año se le quedaban atragantadas las matemáticas o tienes que hacer un severo esfuerzo con la tabla del 9, puede ser que la culpa la tengan tus genes. Así lo concluye una investigación de la Universidad de Granada, que ha demostrado que existe una asociación muy significativa entre el rendimiento de los alumnos en la asignatura de matemáticas y la exposición a la testosterona que tuvieron en el vientre materno.
En la investigación de la UGR participaron 516 estudiantes, entre ellos 304 mujeres, del primer curso de la facultad de Empresariales de la Universidad de Granada, y para calcular la exposición de cada uno de ellos a la testosterona durante su desarrollo fetal, se recurrió a la medición del llamado ‘digit radio’, un biomarcador que se obtiene al dividir la longitud del dedo índice y la del anular de las dos manos.
Según este parámetro, aquellos que tuvieron una carga más alta de testosterona en el vientre materno presentan un dedo anular más largo. En general, los niños reciben una dosis más alta que las niñas, por lo que el ‘digit radio’ es menor en los varones. Aun así, hay que tener en cuenta que la relación entre el dedo anular y el dedo índice y las calificaciones en matemáticas es la misma para hombres y mujeres, lo que significa que no existen diferencias en función del género.
Cuanto más alto o bajo es el ‘digit ratio’ peores notas
Los resultados de la investigación pusieron de manifiesto que existe una relación entre las calificaciones obtenidas en la asignatura de matemáticas y el ‘digit ratio’. De esta forma, las calificaciones bajas en matemáticas se asociarían tanto con elevados como con bajos ‘digit ratios’, mientras que las calificaciones más altas en esta asignatura están asociadas con valores intermedios del ‘digit ratio’.
En definitiva, esta relación determinaría que existen factores genéticos y biológicos, junto con otros factores adicionales o ambientales, que podrían desempeñar un papel destacado en el rendimiento académico en matemáticas.
