Un estudio académico llevado a cabo por científicos de la Universidad de Cornell sostiene con datos que hay una variación genética dominante en poblaciones que a lo largo de la historia siguieron dietas vegetarianas, como por ejemplo en la India, África y partes de Asia oriental.
Los investigadores evidenciaron que determinadas poblaciones han consumado modificaciones en sus ADN que hacen más fácil la síntesis de ácidos grasos procedentes de grasas vegetales, y también ratificaron lo contrario: hay comunidades que no sabrían procesar estos ácidos y sólo los consiguen de los animales, como por ejemplo de los peces.
Para los estudiosos, estas divergencias se deben a una variación en la cadena de un gen, ya sea mediante la inserción de una porción específica de ADN o de su pérdida.
En el asunto de los indios de Pune, los científicos analizaron el perfil genético de más de 200 personas, la mayoría vegetarianos estrictos. Evidenciaron que en casi el 70% preponderaba una variante del gen FADS2, que facilita la síntesis y transformación del ácido linoleico. Este gen codifica una enzima responsable de procesar los ácidos grasos. En cambio, en el caso de los estadounidenses de Kansas, esta variante del gen FADS2 estaba presente en apenas el 18% de la muestra.
Por lo tanto, según parece, la variante del gen FADS2 evolucionó en las poblaciones que consumieron una dieta asentada en plantas durante cientos de generaciones. Así pues, la adaptación permite a estas personas procesar eficientemente los ácidos grasos omega-3 y omega-6 y los convierte en compuestos esenciales para el desarrollo temprano del cerebro y el control de la inflamación.
De momento, los expertos no están seguros de cuándo se produjo la primera adaptación, aunque apuntan que las variantes del gen tienden a evolucionar bajo presiones dietéticas. Kaixiong Ye, investigador responsable del estudio en cuestión, señala que una implicación de su estudio es que se puede emplear esta información genómica para intentar de adecuar la dieta de manera que se adapte al genoma.