La doctora y experta en genética, Amalia Lafuente, explica avances en la investigación sobre antienvejecimiento en el congreso para mujeres directivas y empresarias, W360 congress
La descodificación completa del genoma humano ha dado alas a los investigadores en genética para buscar respuestas a muchas enfermedades y, también a entender mucho mejor el funcionamiento del cuerpo humano. En una ponencia patrocinada por Onegen Lab, la doctora en medicina y cirugía y experta en genética, Amalia Lafuente, desvela novedades en la investigación sobre la longevidad humana.
Uno de los campos que cuenta con más esfuerzos de investigación es el deterioro del organismo en el proceso de envejecimiento. Según la doctora, Amalia Lafuente, “se está invirtiendo mucho dinero en el antienvejecimiento porque cada vez vivimos más años pero no en las mejores condiciones. Esto obliga a la gente mayor a estar constantemente en manos de la medicina”. Según Lafuente, “conviene que las generaciones siguientes puedan envejecer bien para no tener que usar el sistema sanitario, como pasa ahora”.
Pero, al parecer, conocer los genes y para qué sirve cada uno, no es suficiente para encontrar soluciones a los problemas relacionados con la longevidad. Amalia Lafuente afirma que “el problema de la predicción genética es el desconocimiento de la acción de muchos genes, pero sobretodo de la interacción entre ellos”. En este sentido, Lafuente asegura que “la mayoría de enfermedades genéticas no se heredan. Heredamos genes del padre y de la madre pero no patrones genéticos enteros. Es más fácil heredar estilos de vida que pueden ser perjudiciales para nuestra salud que una combinación exacta de genes que generan una enfermedad”.
La experta ha revelado que investigadores estadounidenses han conseguido desarrollar un método “con capacidad predictiva de entre el 70 y el 90% que ayudará mucho en el campo de la prevención en materia genética”.
Tres líneas de estudio genético sobre envejecimiento
La doctora Lafuente ha explicado que, actualmente, existen tres líneas de investigación sobre el proceso de envejecimiento del organismo. Se trata de los estudios relacionados con la telomerasa, las células madre y las sirtuinas. Según Lafuente, “los hallazgos sobre el papel de la telomerasa y las células madre han conseguido el premio Nobel y el tercero fué publicado en la prestigiosa revista científica, Science. Así pués, se trata de trabajos sólidos que pueden despejar algunas incógnitas sobre qué se puede modificar en genética respecto al proceso envejecimiento del cuerpo humano”.
La telomerasa es una enzima que protege las puntas de los cromosomas en cada división celular, durante la vida fetal. En cuanto nacemos, desaparece esta enzima y las células pierden la capacidad de dividirse indefinidamente. De hecho, cuenta Amalia Lafuente “nuestras células se desgastan y no soportan más de 50 divisiones”, esto conlleva el deterioro y, por lo tanto, el envejecimiento general de nuestro cuerpo. Científicos como la investigadora, María Blasco, han hecho progresos introduciendo telomerasa en las células de ratones en edad adulta. ¿Será posible conseguir que las células humanas se regeneren y, por lo tanto, dejemos de envejecer? Está por ver. De momento, el problema que aún está por resolver en este campo de investigación es “cómo evitar que la telomerasa genere tumores cancerígenos”, apunta la doctora Lafuente.
Las células madre son otro campo de investigación. Al descubrir que pueden convertirse en cualquier tipo de célula del organismo, abre vías esperanzadoras de regeneración celular. Pero, por el momento, solamente se están utilizando “en la medicina estética y en algunos casos graves de traumatología. Se ha descubierto que también existe riesgo de aparición de tumores”.
En cuanto a las sirtuinas, son proteínas que se activan como “defensa del organismo ante situaciones extremas como hambruna, éxodos debido a guerras, etc”, apunta la experta en genética. Recientemente, se han publicado estudios que afirman que la sirtuina es clave en los mecanismos encargados de regular el gasto metabólico, sugiriendo que una dieta hipocalórica se relaciona con un mayor índice de longevidad. Pero Amalia Lafuente afirma que “aún hay mucho que investigar para llegar a conclusiones realmente certeras y encontrar la manera de sintetizar en una pastilla alguno de estos mecanismos. Hacen falta unos cuantos años más de investigación”.
La doctora Lafuente ha sido una de las ponentes destacadas del segundo Congreso de Salud, Bienestar y Empresa para la Mujer Directiva y Empresaria, W360 Congress, celebrado en el centro EsadeCreápolis en Sant Cugat, Barcelona.
