El paso de los años conlleva la aparición de arrugas. Pero hay personas más propensas que otras. ¿Por qué? La respuesta está en el ADN.
Conocer el comportamiento de los genes relacionados con una aparición prematura de arrugas de expresión y falta de hidratación, nos puede dar pistas de qué medidas podemos tomar para compensarlo. Pero ¡ojo!, como comenta la Project Manager de los laboratorios, Prima-Derm, Elaine Ferreira, “nuestros genes son como son y no los podemos cambiar”. Pero la información que conseguiremos con un análisis genético es fundamental para conocer y entender mucho mejor cómo funciona nuestro organismo.
El método Onegen Lab analiza las variables genéticas que afectan directamente al aspecto de la piel e identifica sus necesidades específicas. Nuestro test genético, el más completo que se lleva a cabo actualmente en todo el mundo, incluye:
- Análisis de 35 polimorfismos relacionados con la salud envejecimiento cutáneo.
- Estudio de 31 genes implicados en la regulación de las principales proteínas cutáneas.
- Test genético capaz de rastrear 105 variables genéticas.
- Estudio epigenético que contempla un total de 23 variables dermatológicas.
En el grupo de genes estudiados, en relación a la aparición de arrugas, se analizan 7 genes, entre ellos, el HYAL1 o hialuronidasa, que determina la tendencia a degradar el ácido hialurónico, uno de los componentes más importantes para la piel puesto que es el elemento que aporta hidratación y ayuda a la proteina colágeno a llevar a cabo su función de Adhesivo celular.
Un poco de historia
En 1934 el farmacéutico alemán Karl Meyer y su colega John Palmer, doctores de la Universidad de Columbia (Nueva York) lograron aislar en el laboratorio de oftalmología de la universidad una sustancia hasta entonces desconocida, a partir del cuerpo vítreo de los ojos de las vacas. Descubrieron que esta sustancia contenía dos macromoléculas de azúcar, y que una de ellas era ácido urónico. A raíz de esto tomaron la decisión de darle el nombre de ácido hialurónico a partir de las palabras “hialoide” (vítreo) y ácido urónico.
El ácido hialurónico fue utilizado por primera vez con fines comerciales en 1942, cuando el científico húngaro, Endre Balazs, utilizó las técnicas de Meyer para sintetizar el ácido de las crestas de los gallos y patentó el primer uso de este ácido: sucedáneo de la clara de huevo en los productos de pastelería. Balazs llevó a cabo la mayor parte de los descubrimientos sobre hialurónico durante los últimos cincuenta años. Actualmente, este componente se usa en la fabricación de cosméticos y también se inyecta directamente en la piel en tratamientos estéticos.
¿Qué es y para qué sirve?
El cuerpo humano está formado en su mayor parte de agua, por lo que es necesaria la existencia de mecanismos que mantengan el agua en las células y tejidos. Aquí es donde entra en acción el ácido hialurónico que, entre otros menesteres, ayuda a mantener las moléculas de agua en las células y tejidos, favoreciendo una piel tersa, sin arrugas.
Así de importante es el gen HYAL1. Y, dado que el ADN es único e intransferible para cada persona, solamente un estudio personalizado para ti, como el de Onegen Lab, puede explicarte cómo es el tuyo. ¿Qué opinas?
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